Coronavirus, guerra en los precios del petróleo, señales de recesión mundial… ¿cómo operar en este contexto?
Desde un enfoque práctico y operativo, buscaremos esbozar los principales conceptos para operar en un marco de incertidumbre y volatilidad, como el momento actual.
En los meses de diciembre y enero comenzamos a ver los impactos en el plano económico y social del COVID-19 en Asia, fundamentalmente, China. En el ámbito económico, lo primero que presenciamos fue como las empresas líderes del mercado con gran desempeño hasta el momento, comenzaron a anunciar resultados positivos, pero fueron recibidos por el mercado con caídas en el valor de sus acciones.
En ese momento, los tenedores de acciones comenzaron a vender activos que, hasta el momento habían sido de gran valor y comenzaron a migrar a activos seguros. Esta tendencia fue reforzándose semana tras semana, hasta experimentar caídas estrepitosas generalizadas vividas en los meses de febrero y marzo. Como mencionamos en un artículo anterior, a este contexto sumamente complejo, se sumó la guerra del petróleo reforzando la tendencia bajista observada hasta el momento. A medida que la situación tomaba dimensión global y las pérdidas se comenzaban a hacer más que visibles, aparecieron las acciones de las autoridades: Bancos Centrales, organismos financieros multilaterales (FMI) y por supuesto, los Estados.
Las extraordinarias, costosas y a veces tardías medidas ejecutadas, colaboraron en ralentizar las caídas en los precios, sin embargo, su fracaso podría significar ingresar en una recesión a nivel global muy significativa. ¿Qué conclusiones tenemos que sacar de todo lo que hemos observado en estos últimos meses?
Aprovecha las oportunidades de invertir en tendencias sólidas, el mercado cae porque las noticias del COVID-19 son negativas, lo mismo para el conflicto del petróleo o la posible crisis. El dólar es un activo de refugio que más allá de que la economía estadounidense sea golpeada, la demanda de dólares crece en estos contextos. Además, si bien el precio del oro ha oscilado en estos meses, no ha experimentado los desplomes que se han visto en los demás activos (acciones y commodities más asociados al ciclo económico) siempre hay que mantener posiciones en este histórico valor de reserva.
El oro “electrónico”, el Bitcoin merece una mención aparte, la recuperación que experimentó estos días, realmente muestra el potencial que tiene esta criptomoneda y siempre tiene que estar en nuestro portafolio. Las empresas y los gobiernos están en constantes negociaciones para buscar soluciones a este momento, utilicemos esas noticias, trabajemos en las tendencias marcadas, en estos casos, podremos capitalizar nuestras decisiones.